La sonrisa es nuestra carta de presentación, un reflejo de nuestra salud y personalidad. Además de ser una pieza fundamental en nuestra imagen, ya que dice mucho de nosotros, de nuestra forma de ser. Sonreír conlleva gran cantidad de beneficios, y no solo para nosotros mismos, sino también para todos aquellos que nos rodean.
¿Qué dice tu sonrisa de ti?
Una sonrisa también vale más que mil palabras. Nuestra estética dental es un reflejo de nuestra higiene y cuidado general, no solo bucal. No tenerla en cuenta puede ser una señal de dejadez, de ser poco preocupados en cuanto a nuestro aspecto físico. Puede dar a entender que somos personas poco sanas e incluso con hábitos cuestionables.
En cambio, unos dientes blancos y alineados causan un efecto totalmente contrario. Este tipo de sonrisas transmiten una sensación de bienestar, dando a entender que somos una persona que se cuida en todos los aspectos, más allá del físico.
La higiene, pieza fundamental
La higiene dental es una clave fundamental para poder lucir una correcta estética dental. Al igual que las visitas periódicas a nuestro dentista de confianza. Expliquemos unos cuantos puntos para mejorarla:
Escoger un buen cepillo, con unos filamentos de alta calidad con una dureza ajustada a nuestras necesidades. El cabezal debe tener forma de diamante y su tamaño ha de responder al tamaño de nuestros dientes (ha de tapar de 2 a 3 dientes). Al igual que también debemos seleccionar uno con un mango cómodo, que se ajuste al tamaño de nuestra mano.
Cabe destacar la importancia en la elección de un buen cepillo y una pasta dental adecuada. Para complementarlo, deberemos hacer uso de un colutorio específico, sedas dentales o cepillos interproximales. Es importante no deshacernos del capuchón protector si queremos que se mantenga limpio y cambiarlo cada tres meses (o antes si está desgastado).
Cepilla tus dientes mínimo tres veces al día, o después de cada comida. Hazlo por un mínimo de dos minutos, con un movimiento primero vibratorio y luego circular. No te olvides primero de pasar el hilo dental y de terminar con un colutorio.
Para conseguir una buena estética dental, hazte una higiene dental una vez al año. Este periodo va en función de la predisposición de acumular sarro de cada uno. En los casos más extremos, la persona deberá acudir cada seis meses, teniendo siempre presente que quien debe determinarlo es un dentista.
Y recuerda este proverbio japonés…
Una sonrisa es como un cepillo de dientes; tienes que usarlo a menudo para mantener los dientes limpios.
Sonríe, tienes muchos motivos
- Por ti y por los demás. Cuando sonreímos mejora nuestro humor, se alivia nuestro estrés, nos relajamos y no solo nosotros, sino que afecta también a las personas con quien compartimos tan apreciado momento.
- Nuestra salud lo agradece, sonreír fortalece el sistema inmune, disminuye la tensión arterial y, al disminuir el estrés, también disminuyen los riesgos que conlleva.
- Ayuda a socializar. Una amplia sonrisa nos hace resultar más agradables y abiertos. Una adecuada estética dental mejora y facilita las relaciones sociales.
- Por qué se contagia. Al igual que el bostezo, sonreír es contagioso.
- Segrega endorfinas y serotonina. La primera es una hormona que ayuda a rebajar la sensación de dolor, mientras que la otra incrementa la percepción de la felicidad.
La sonrisa es uno de los primeros atributos que damos a conocer, influye en nuestra vida social. Una estética dental inadecuada puede hacernos sentir incómodos, inseguros e incluso mal parecidos. Afectando gravemente a nuestra autoestima.
Hay múltiples tratamientos para mejorar nuestra sonrisa salud y personalidad, como la ortodoncia, el blanqueamiento dental Barcelona o o los implantes y carillas. Por eso debemos acudir a un profesional en Estética Dental como los de Clínica Dental Edo que nos ayude a poder lucir la tan deseada sonrisa perfecta. Enterrando así todos los fantasmas que atrae una dentadura poco estética. No tengas miedo, tu autoestima te lo agradecerá y tu vida social también.
