Es la rama de la odontología dedicada a la prevención de enfermedades que discurren en los tejidos de la cavidad oral mediante el diagnostico precoz de sus enfermedades, la higiene dental y otros tratamientos destinados a tal fin. De esta forma procuramos detener y controlar las tres entidades patológicas que más nos preocupan en el ámbito de la salud bucodental:
Gingivitis & Mucositis
Infección, inflamación y sangrado de la encías; debido, principalmente, al acúmulo de placa bacteriana alrededor de los dientes y surco de la encía. Cuando la éncia que se inflama es la que rodea un implante dental, usamos el término de mucositis.
Periodontitis & Periimplantitis
Destrucción de los tejidos óseos que sostienen los dientes, popularmente conocido como ‘piorrea’. Usamos el término de periimplantitis cuando esta afección atañe al hueso que hay alrededor de un implante dental.
Caries de esmalte
Destrucción de los tejidos duros del diente por efecto nocivo de los ácidos que secretan las bacterias de nuestra boca.
Tanto en las primeras visitas, como en las periódicas de revisión anual, empezamos realizando una exploración exhaustiva, no sólo de los dientes, sino también de todos los tejidos y estructuras anatómicas que hay alrededor. De esta forma podemos encontrar posibles lesiones de la cavidad bucal o de otras áreas vecinas que pudieran formar parte, o no, de alguna otra enfermedad aislada en el cuerpo o incluso ser precursoras del cáncer oral.
La OMS, Organización Mundial de la Salud, recomienda acudir al dentista, al menos, 1 vez al año. Pacientes con alto riesgo de contraer alguna enfermedad oral o que precisen de un seguimiento especial, deberán hacerlo cada 3 ó 6 meses.
Tratamientos odontológicos preventivos
La Odontología preventiva es la rama de la odontología dedicada a impedir que se destruyan nuestros dientes y las estructuras de soporte que los rodean. La Principal causa de destrucción y pérdida dentaria es la caries de esmalte. Otras causas habituales de pérdida dental son las debidas a traumatismo e infección de los tejidos periodontales, es decir, de las estructuras que agarran el diente al hueso.
¿Cómo prevenir la caries dental?
Para poder prevenir las caries es importante conocer, primero, cómo se forman. Algunos de nosotros ya sabemos, por visitas frecuentes al dentista, en anuncios o revistas, que están provocadas por bacterias que se acumulan en los dientes, pero… ¿sabemos realmente como actúan?
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Las bacterias de la cavidad bucal son formas de vida microscópica que viven en las superficies de los dientes y tejidos blandos adyacentes. Al igual que la mayoría de animales que viven en madrigueras bajo el suelo en túneles excavados para mayor seguridad, las bacterias de la boca también buscan rincones donde vivir protegidas sin que nadie las moleste. Si nos fijamos en la anatomía dental, rápidamente nos podemos imaginar cuáles son los rincones predilectos de los que estamos hablando.
Sí, los Surcos. Los surcos de las superficies dentales son cobijos fantásticos para que las bacterias anden a sus anchas sin que nada ni nadie, a priori, las moleste. Sólo el uso del cepillo dental a diario nos puede garantizar el mantener, más o menos, limpios estos escondites.
La importancia de mantener estos surcos libres de bacterias recae en la capacidad que tienen estas de destruir las superficies dentales. Estos seres microscópicos viven de nuestra alimentación ingiriendo todo aquello que entra en nuestra boca. Con la digestión de estos restos de alimento que les hemos brindado, evacuan desechos ácidos que corroen las capas más duras del diente: el esmalte, y posteriormente el segundo tejido que hay debajo, la dentina. Este proceso, prolongado en el tiempo, va deteriorando los dientes hasta límites destructivos en los que hay que extraerlos por la imposibilidad de darles un tratamiento más conservador.
Evitar picar entre horas es básico para mantener la boca sana y más aún si lo que picoteamos son chucherías o chocolates ricos en azúcar, en cuyo caso la producción de ácido por parte de las bacterias alcanza el pico máximo y, en muchos casos, hasta notamos hipersensibilidad dental en el momento de comerlos.
Desgraciadamente, no todos los surcos se pueden limpiar del mismo modo y no todos estamos lo suficientemente entrenados para poder mantener las superficies dentales libres de peligro.
Personas con surcos del tipo 3 y 4 tendrán mucho más riesgo de caries que las que presenten los tipos 1 y 2, cuyo mantenimiento higiénico será mucho más sencillo.
En Cs dental Edo ofrecemos tratamientos preventivos para mejorar el control del desarrollo de las caries y la enfermedad de las encías; la gingivitis y la periodontitis.
La realización de una higiene dental o, como lo llamamos nosotros, tartrectomía o higiene profiláctica, es un tratamiento destinado a mantener las superficies de los dientes libres de sarro y placa bacteriana. En Cs Dental Edo aconsejamos a todos nuestros pacientes realizarlo cada 6 meses. Debemos ser conscientes que, aún teniendo en casa una higiene oral perfecta, la placa bacteriana se nos va acumulando progresivamente en surcos, fisuras, espacios interdentales, en definitiva, zonas donde el cepillo e hilo interdental no pueden llegar con facilidad. Esta película de bacterias que se forma inicialmente, invisible al ojo humano, es un agente irritante e infeccioso que debemos mantener controlado. De lo contrario estamos expuestos a padecer caries y enfermedad periodontal. Síntomas que nos suelen preocupar, derivados de estos, como sangrado de las encías, pérdida de altura de la encía, episodios de hipersensibilidad, mal aliento y movilidad dentaria, entre otros, son signos frecuentes de necesidad de tratamiento.
El sellado de surcos y fisuras se realiza con un barniz especial que se adapta perfectamente a las paredes de los surcos de los dientes y genera un sellado que, aún no siendo permanente, pueden aguantar bien unos años. Lo aplicamos en aquellos dientes más susceptibles de padecer caries:
- Medio intrabucal más ácido de lo normal.
- Pacientes con enfermedades sistémicas o bajo tratamientos medicamentosos que reducen el flujo salival.
- Pacientes que vayan a ser sometidos a tratamiento contra el cáncer con radioterapia de cabeza y cuello o quimioterapia.
- Pacientes con algún tipo de minusvalía física o psíquica que impida un correcto control higiénico.
- Niños hasta los 14 años de edad.
Es un tratamiento más comúnmente usado en niños de entre 6 y 12 años. Edad en la que empiezan a aparecer los primeros y segundos molares permanentes; dientes con muchos surcos y fisuras que deberán permanecer en boca toda la vida y necesitamos cuidar perfectamente desde edades muy tempranas. La aplicación de este barniz sellante de forma preventiva, nos ayuda a aislar del medio exterior los surcos y fisuras de las superficies oclusales de primeros y segundos molares permanentes, erupcionados a partir de los 6 y 12 años de edad respectivamente. De esta forma facilitamos las tareas de limpieza dental a personas con una edad que todavía no están, ni concienciados en la importancia de mantener una boca limpia, ni entrenados para conseguirlo.
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