Quizás esta sea una pregunta que con frecuencia te habrás hecho alguna vez. A medida que nuestros hijos van creciendo, observamos como su dentadura se va formando y prestamos especial atención por si aparece alguna irregularidad y debemos llevarlo al ortodoncista. 

Cuando empezamos a ver dientes torcidos o alguna irregularidad más, nos alarmamos y nos asaltan las dudas.

¿será aún pequeño para acudir al ortodoncista?

¿Si aún no le han salido los dientes definitivos, me debo preocupar por los dientes de leche mal colocados?

Cada caso es diferente y todo dependerá del tipo de problema que veamos, pero como dato, la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) recomienda hacerlo, como muy tarde, a los 6 años, pero insistimos en que todo dependerá de la salud bucodental de tu pequeño/a, por lo que si ves que aparece alguna anomalía, acude al ortodoncista, será él quien valorará la gravedad del problema.

Se ha establecido la edad de seis años aproximadamente porque es la época en la que los dientes de leche ya van cayendo y dejan paso a los dientes definitivos. Aparecen entonces los primeros molares y serán un indicador infalible de la trayectoria que está llevando la dentadura del niño o niña, pues se establecen como guías para la colocación del resto de los dientes.

Normalmente, asociamos la ortodoncia con los adolescentes, con jóvenes de 12 a 16 años, esto se debe a que en su día, cuando aún eran pequeños, no se corrigió a tiempo la mala colocación de su dentadura.

Si conseguimos detectar a tiempo el problema, no será necesario recurrir tan tarde a una ortodoncia, pues cuanto más asentados estén los dientes, más duradero será el período de ortodoncia.

Visita a tu ortodoncista de confianza para cualquier molestia, dolor o irregularidad en los dientes de tu hijo/a y evita problemas mayores con el paso del tiempo.